Crisis energética mundial
Casi el 30% de la energía mundial se pierde durante la transmisión, distribución y entrega a los consumidores finales.
Las reservas mundiales de carbón ascienden a 1000 mil millones de toneladas. Esto significa que con los volúmenes actuales de producción de carbón habrá suficiente para otros cien años. Sin embargo, un problema más grave es que la industria del carbón causa daños significativos al medio ambiente y es una de las actividades humanas más peligrosas.
Con los niveles actuales de consumo de petróleo, el mundo no durará más de 50 años. El problema se ve agravado por el hecho de que cada vez es más difícil extraer petróleo, ya que las reservas de petróleo restantes se encuentran en las entrañas de la Tierra.
El gas terminará en 2060, dentro de 40 años.
El estudio encuentra que para 2050, el 81 por ciento de todas las represas hidroeléctricas del mundo estarán en cuencas con un riesgo muy alto o extremo de sequías, inundaciones o ambos.
La energía nuclear es una importante industria económica y tecnológica mundial. Es importante discutir los problemas relacionados con la energía nuclear.
La crisis energética mundial amenaza con detener a toda la industria en todo el mundo, dejando a las personas sin calefacción, sin combustible y sin electricidad.
La crisis actual involucra a todos los combustibles fósiles, mientras que los choques de precios anteriores se limitaron en gran medida al petróleo en un momento en que la economía mundial dependía mucho más del petróleo y menos del gas. La economía mundial está mucho más interconectada de lo que estaba antes, lo que magnifica el impacto. Es por eso que podemos referirnos a esto como la primera crisis energética verdaderamente global.
Desafortunadamente, es probable que esta sea la crisis energética global final y fatal.
Tal vez la crisis actual podría acelerar el despliegue de energías renovables más limpias y sostenibles, como la eólica y la solar.
