Sobrecarga de nodos de enrutamiento, sobrecarga de canales de comunicación, cantidades incalculables de información: estos son solo la "punta del iceberg" de problemas para los que Internet dejará de funcionar repentinamente. El cierre de Internet conducirá a la parálisis de la economía mundial y al caos global.

La basura espacial se ha convertido en un nuevo problema global. En el futuro previsible, la humanidad ya no podrá lanzar nuevos satélites de forma segura. Los desechos espaciales existentes amenazan con deshabilitar la ISS y los sistemas de navegación por satélite, lo que conducirá a un caos total en la Tierra.